“Hola”…”Hola, ¿cómo estás?“...”Hola, ¿estás?“....“Hola,
ya estoy aquí“…“Hola, amiga(o)”, “Hola amiguito(a)”, “Hola, te extraño”, “Hola,
te amo”, y todos los “Holas” posibles, sin mencionar el nombre de la persona a
quien va dirigido ese: “Hola”.
Sucede a menudo en estos tiempos, y es generalizado, cuando se comunican por Internet
en chat, video llamada, o por WhatsApp. Veo que se ha convertido en una
costumbre, la cual no es ni buena, ni mala, sino algo normal para aquellos que
les gusta solo decir: “Hola”, sin personalizar o hacerlo especial acompañado con
un nombre en concreto, o sea a la persona con quien se está conversando.
También he podido percatarme que algunos usan el
generalizado: “Hola”, para no equivocarse de nombre. Son variados motivos, y
seguramente muchos no se dan cuenta que han tomado esa costumbre, de no decir
en ningún momento el nombre de la persona con quien está en chat.
Hace no mucho tiempo siempre se saludaba diciendo el
nombre del individuo, pero poco a poco se ha ido perdiendo para simplificarlo
con el: “Hola”. Claro, algunos dirán: “Eso era antes, tiempo pasado”. En mi
opinión, no importa el tiempo transcurrido. Para mí es más bonito, y personal que
escriban, o me llamen por mi nombre cuando me saludan al iniciar una
conversación. No es que yo sea quisquillosa, simplemente me gusta así. Siento
que está hablando conmigo; veo o escucho mi nombre y eso me hace sentir bien: “¡Hola
Myriam!”, soy yo, es a mí a quien está hablando, escribiendo. No es un hola
seco, e impersonal.
Seguramente habrá quienes defiendan, o justifiquen este
uso tan común de saludar sin decir el nombre del sujeto: “Es que no digo, o no
escribo el nombre porque la persona sabe que estoy hablándole o escribiendo
para él, o para ella” “Lo hago para hacerlo más corto” “Porque ahora se usa
eso, y no me doy cuenta”
También habrá aquellos que estén de acuerdo conmigo, y
les guste que les llamen, o escriban sus nombres al saludarlos, e iniciar una
conversación.
Sea cualquier motivo, solo escribo esto porque sentí ganas
de hacerlo, como una reflexión, pues conforme pasa el tiempo se pierden buenas
y bonitas costumbres. ¿Qué opinan ustedes? ¿A quién le gusta que le saluden incluyendo
su nombre, o le da igual el simple: “Hola”?…De todo hay en la viña del señor.
Myriam Soto
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