DEJAR PARTIR, SOLTAR LA CARGA


En algún escrito de esta página, dije que en una relación de pareja, cuando hay problemas y separación, las dos partes son culpables el 100%. Me sostengo en ello cuando es verdad.
También se dice que cuando una persona deja de amarte, tienes que soltarla y dejarla ir. Estoy de acuerdo. Pero ¿qué pasa cuando esa persona que dejaste partir, o que expulsaste de tu vida en medio del fragor de una pelea, vuelve a ti, sumiso y pidiendo otra oportunidad?
¿Qué pasa cuando luego de la ausencia, pasado los calores causantes de la separación, recapacitas sobre tus acciones que llevaron al desenlace de la desunión? ¿Qué pasa cuando “todavía” tienes amor hacia persona, y estás en un camino espiritual de que puedes ser, hacer, y tener lo que quieres, y desde mi manera de pensar, todo con amor? Estoy segura por experiencia propia que es verdad, eso de ser, hacer y tener lo que uno quiere. Sin embargo uno no puede pasarse la vida aplicando estos principios; de ser, hacer, y tener lo que se quiere, al intentar cambiar a una persona, aceptando, (¿por amor?) porque en el camino pierdes oportunidades que valen más y pueden hacerte crecer mucho como ser humano, y profesionalmente. NO se puede cambiar a una persona de sus malos hábitos, si ésta no pone de su parte. El corto tiempo que aparenta haber cambiado termina cediendo a su real naturaleza. Entonces nadie insista en cambiar a nadie, especialmente si tiene vicios y malas costumbres, ya que envejecerá y le pasarán los años aplastando sus ambiciones personales, por ocuparse de un ser a quien le corresponde preocuparse por sí mismo.
¿Y qué sobre el amor que “dice” sentir por ti, motivo por el cual volvió, pero apenas pasado el mes, vuelve con las mismas cosas que ocasionaron la separación? Se le fue su eterno y tierno amor por ti, su dulzura. ¿El amor se puede acabar en solo un mes? Pienso que no. Simplemente mintió al decir amarte.
Alguien inmaduro, que no está preparado para vivir en unión matrimonial, en pareja, Que solo quiere estar en las buenas, y no en las malas, en la riqueza, y no en la pobreza, que se aburre, y no cumple sus promesas, es un ser pusilánime que huye de los problemas comunes que existe en toda relación marido – mujer. Si le perdonaste muchas veces, y no supo conservar las oportunidades que le diste, suelta esa carga que no te corresponde. El ciclo con él, o ella terminó. Es hasta aquí que llegó, apártalo de tu vida; déjalo partir, que vuele y se estrelle donde quiera, pero lejos de ti.
Estas personas que reciben gratis oportunidades, sin merecerlo, solo son oportunistas. Queda la satisfacción y la tranquilidad en uno mismo de haber obrado con corrección. Si la relación volvió a quebrarse… ¡¡relax total!! Fue bueno tenerlo de vuelta por breve tiempo, ya que para tu tranquilidad, ahora sabes que esta vez el 100% de la culpa es de la otra parte, y estás limpia de pecado. Jamás pierde quien da amor, porque como da recibe, y llegará en más cantidad.
Quien estuvo en tu vida sin valorarte, solo fue una experiencia que tenía que pasar para hacerte crecer más, tómalo como tal.
No hay pena, ni dolor, tampoco extrañeza por esa persona. Nada pasa por nada. El retorno temporal fue bueno para elevarte más alto, y mirarlo(a) abajo donde siempre estuvo.

Myriam Soto

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